lunes, 30 de diciembre de 2013

Lo humilde

La grandeza, la soberbia, el poder, el orgullo, la vanidad… desconcierta, impone, crea opresión, y llega a esclavizar. En cambio, lo humilde atrae, seduce, enamora, causa admiración… Tal vez porque está mas a nuestro alcance o quizá porque en todo lo humilde hay un encanto especial. Lo humilde, como lo pequeño, es lo predilecto de Aquél que entiende que, en lo sencillo, está la vida. Así lo afirma la Palabra: “Mi espíritu festeja a Dios mi salvador, porque se ha fijado en la humildad de su sierva y en adelante me felicitarán todas las generaciones”.