viernes, 7 de febrero de 2014

Lo adverso

No soluciones tus contrariedades echándolas encima de los demás. Tus cruces sólo valen para ti, no están hechas a la medida de los demás. Si estás de mal humor, ¿por qué tienen que pagar los demás? Si estás con rabia y furioso ¿qué culpa tienen los tuyos? ¡Ah! Y otra cosa, no culpes a Él de que te envió ésta o aquella cruz. Porque eso es como decirle que se equivocó contigo y que se corrija. He llegado a entender que las cruces, los errores o los pecados que uno ha cometido o sufrido son una forma de aprender a hacer bien las cosas…