lunes, 3 de marzo de 2014

Lo ingenuo

El ingenuo no tiene maldad alguna y suele aceptar sin más, incluso, las situaciones más inverosímiles. Es simple, y su simplicidad le hace especial, único. Aunque al ingenuo no se le tiene en gran estima en la sociedad, incluso se le llega a ridiculizar, ¡es de un valor incalculable!. Se le compara a la paloma, por su nobleza, por su docilidad. Porque no tiene doblez en su actuar, porque no exterioriza malicia, y porque cuando actúa no tiene segundas intenciones. Lo contrario sí es estupidez: la venganza, el enojo y el grito, ¡esto sí que es malo!.