sábado, 10 de mayo de 2014

Lo creado

Las cosas se usan según el fin para el que fueron creadas. Así el bolígrafo no vale para apretar tornillos ni la pluma para borrar, porque para eso no fueron creadas. Y así con el resto de las cosas. Las cosas han sido creadas para que, al usarlas, alcancemos armonía con el Hacedor de las mismas. Todas son para el hombre, pero no son nuestras. Todas las tiene el hombre en administración, las usa como suyas pero no son propias. Y tampoco son, en sí, buenas o malas. Se hacen buenas o malas según el uso que de ellas se haga.